El Partido Justicialista (PJ) de Jujuy atraviesa una de las peores crisis de su historia. Intervenido desde hace más de un año, sin conducción provincial legítima, con internas pospuestas y atravesado por internas vacías de contenido, el justicialismo jujeño no logra recuperar representatividad ni presencia real en el electorado.
🔹 Intervención sin participación local
Desde 2023, el PJ jujeño está bajo intervención de la conducción nacional. Las decisiones partidarias se toman desde Buenos Aires sin participación efectiva de la militancia ni de la dirigencia local. La supuesta “normalización” no llegó nunca a concretarse, y se extiende sin resultados claros para los más de 100.000 afiliados de la provincia.
🔹 Internas pospuestas y sin transparencia
Las elecciones internas previstas para marzo de 2025 fueron reprogramadas tras múltiples impugnaciones judiciales, y el partido continúa sin autoridades electas por voto de los afiliados. El proceso fue tildado de manipulado y carente de transparencia, con acusaciones cruzadas y maniobras que profundizaron el descrédito interno.
🔹 Fragmentación y pobres resultados electorales
La falta de conducción y la disputa entre sectores enfrentados derivaron en un tercer lugar electoral en las elecciones provinciales del 11 de mayo. El Frente Justicialista no logró conectar con la ciudadanía ni presentar una propuesta seria, y quedó relegado con apenas el 11 % de los votos, reflejando el desgaste y la pérdida de identidad partidaria.
🔹 Dirigentes enfrentados y sin liderazgo claro
La estructura está desmembrada: dirigentes enfrentados públicamente, sectores que se acusan mutuamente de operar contra el partido, y la ausencia total de un proyecto común. Las disputas personales y la subordinación a intereses externos impidieron articular una propuesta política real para la provincia.
🔹 Desconexión con la realidad jujeña
Mientras la provincia enfrenta problemas graves como el desempleo, la crisis en los ingenios, y el vaciamiento institucional, el PJ continúa encerrado en discusiones internas sin ofrecer soluciones ni liderazgos creíbles. La desconexión con el pueblo peronista y con los problemas del día a día es total.
✅ Conclusión
El PJ de Jujuy se encuentra paralizado, intervenido, dividido y sin rumbo. Lejos de ser alternativa política, se ha convertido en un espacio cerrado, ajeno a los problemas reales de la provincia. La falta de conducción, de legitimidad y de proyecto político profundiza su crisis y aleja cualquier posibilidad de reconstrucción seria en el corto plazo.
