El proyecto puente es un espacio de voluntarios que depende del Ministerio de Desarrollo Humano destinado a la contención y con el objetivo de restituir los derechos a personas en situación de calle. Usuarios alojados y psicólogos que los contienen expresaron su preocupación y malestar ante el anuncio de un cambio en la modalidad, donde solo se utilizaría el lugar para pernoctar.
Todos los días de la semana asisten unas 150 a 200 personas en los barrios Azopardo, San Pedrito, Malvinas, Mariano Moreno, El Chingo, Belgrano y el micro y macro Centro
El objetivo principal, según han indicado, es la restitución de los derechos perdidos y vulnerados de las personas en situación de calle.
Ignacio Bereciartura médico reveló sobre lo que está aconteciendo: “Desde que se inició el refugio empezamos un abordaje integral de personas en situación de calle, coordinamos con distintos CAPS, nos enteramos de esta noticia, los chicos sacaron este comunicado y nosotros adherimos porque esta situación es mucho más compleja que solo un lugar de alojamiento”.
“Es un proyecto muy grande que puede albergar a muchísimas personas, entonces no entiendo como no pueden articular trabajo con nosotros que somos un equipo de salud. Cuando hablamos de salud mental, hablamos de salud comunitaria”.
Por su parte, Sofía Apesteguia, psicóloga expuso: “Desde nuestro lugar siempre estuvo la predisposición para establecer protocolos, para abordar la urgencia del consumo problemático porque estamos en pandemia, y no pueden estar en la calle y este es el único dispositivo público y gubernamental que aloja en situación de calle, los demás espacios son no gubernamentales, que no cuentan con fondos públicos y hacen lo que pueden”.
Los conflictos se iniciaron porque los usuarios denunciaron robos, agresiones y malos tratos, además que los funcionarios se roban la comida que es para los pobres.
Frente al reclamo, las autoridades del gobierno dispusieron que “se vayan todos a la calle”, y el Refugio ya no va a recibirlos más.