Policías adoptaron a una niña con discapacidad que fue abandonada
La joven vivía una situación crítica cuando era bebé y fue rescatada por policías que la adoptaron ,luego de que acudieran ante un llamado por unos niños abandonados.
Un final más que feliz es el de una familia cordobesa que 21 años atrás inició los trámites de adopción de una niña con discapacidad que habían rescatado y el 10 de febrero les llegó la noticia de que podrán ponerle el apellido familiar.
Los involucrados en esta emotiva historia son una pareja de policías retirados, Miguel Ángel Devallis y Marlis Debagh. Todo comenzó en el año 2000 luego de que en un operativo policial, del que participó Miguel, lograran rescatar a siete niños que se encontraban abandonados.
“Estaba de guardia Miguel con tres compañeros y salta un llamado al 101 en donde solicitan el móvil policial porque había niños llorando dentro de una vivienda. Eran 7, Sabina con el resto de sus hermanos y dos primitos”, contó Marlis a Arriba Córdoba.
Mientras que Miguel detalló: “Desde que terminó el operativo se hizo cargo el juzgado de Oliva donde pidieron familia sustituta para que se anotaran para el cuidado de estos chicos y así ella se anotó con Sabina. A los pocos días nos dieron la tenencia y después se realizó el juicio donde declararon el estado de abandono y ahí entramos con una guarda judicial con fines de adopción”.
Por su parte, Marlis habló del trabajo que hubo por detrás: “Nosotros pusimos un abogado, Franco Mauricio Idoria, es policía como nosotros, se recibió de abogado trabajando en la policía y le preguntamos si se animaba a sacar los papeles de Sabina y así fue”.
La lucha por lograr la tenencia definitiva y poder darle el apellido a Sabina también incluyó una recorrida por especialistas para lograr dar con una medicación para Sabina que presentaba convulsiones. “Cuando nos dieron la guarda recogimos la historia clínica del hospital de Oliva donde figuraba la lesión que tenía en su cabeza y por eso convulsionaba hasta dos o tres veces por día. Dispusieron que la trajéramos a Córdoba, un neurólogo que actualmente la está viendo y gracias a Dios la fue sacando con la medicación le acertó y gracias a Dios hace cinco años desde mayo del 2017 que no tiene una convulsión”.