El bailarín reclama que no lo dejan trabajar e implora por el apoyo de la gente. Lo multaron dos veces en menos de una semana.
Por medio de carteles, el artista callejero explicaba que su protesta surgía a raíz de actas contravencionales que le había labrado por bailar en la peatonal.
A través de redes sociales, la gente manifestó su apoyo y solicitó que lo dejen seguir haciendo lo que le gusta y que, en definitiva, es su forma de ganarse el sustento.
En diálogo con JujuyalMomento, Camilo contó: “Tome la decisión de crucificarme porque vivo de esto y necesito trabajar. Mi hijo tiene síndrome de Williams, es discapacitado y depende de esto”.
El bailarín consideró que hay cierta animosidad en su contra y pidió que se revea su situación.
“Me dijeron no podes bailar, el director manda a decir que Camilo no puede trabajar. Es conmigo el problema. Conozco gente que tienen una oblea del partido y no le hacen nada”, concluyó.
Fuente: Jujuy al Momento.