El derrumbe de los bonos en pesos que emitió el ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, para cubrir parte del déficit del Tesoro fuerza al Banco Central a salir a comprar esos mismos papeles para intentar recuperar esa vía de financiamiento para el fisco. La operación, que supone la emisión de nuevo dinero para pagar por los títulos que los privados abandonan, ya le requirió al titular de la autoridad monetaria Miguel Pesce lanzar al mercado casi $ 1 billón en menos de un mes. Ayer las estimaciones de operadores ubicaban las compras en torno a los $280.000 millones en un sólo día, una inyección de pesos equivalente al 7% de la base monetaria.
Aunque Pesce se cuida de aspirar esos mismos pesos que emite esterilizándolos en sus emisiones periódicas de Leliq, la tendencia inquieta a operadores y especialistas ya que se trata de una vía para ampliar la masa monetaria que no tiene ningún tope regulatorio ni está limitada por las condiciones del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y porque tiene el potencial de echar nafta a la suba de cotizaciones paralelas del dólar como el contado con liquidación, que este martes alcanzó un nuevo récord nominal.
Las constantes inyecciones de pesos aparentan tener alguna correlación con la suba del dólar contado con liquidación, que hoy llegó a 264 pesos.
Fuente: Infobae.