Las ballenas dentadas más pequeñas, como los delfines, tienen un poderoso sistema de ecolocalización, con el cual se orientan en sus viajes emitiendo ondas sonoras en forma de chasquidos. Cuando estas ondas chocan con un objeto, se proyectan como ecos en los oídos de los animales. Cuanto más rápido regrese el sonido, más cerca estará la presa, un obstáculo o la costa.
Sin embargo, en el caso de las grandes ballenas barbadas, que cuentan con barbas en lugar de dientes en sus mandíbulas superiores para filtrar el krill (crustáceos minúsculos), el plancton y los peces pequeños, este sonar submarino no está muy desarrollado.
Aunque esta ecolocalización funciona muy bien en general, el rebote del sonido no es fiable en determinadas circunstancias, especialmente cuando hay bahías poco profundas o semicirculares, muelles arenosos bajo el agua o bancos de limo. Este tipo de costas no producen un eco claro en una dirección definida, por lo que el sistema de alerta falla.
¿Qué influencia tiene el campo magnético de la Tierra?
Las ballenas como el calderón tropical no solo utilizan dicho sistema para orientarse, sino que, al igual que las aves migratorias, parecen depender de las líneas del campo magnético de la Tierra, puesto que sus rutas migratorias a menudo corren paralelas a dichas líneas. Las ligeras variaciones del campo magnético de la Tierra parecen funcionar como una especie de mapa.
Las ballenas podrían confundirse por las alteraciones del campo geomagnético cerca de la costa, por lo que también se cree que los campos magnéticos que corren perpendiculares juegan un papel en los varamientos masivos de ballenas en ciertas regiones costeras.
Cada pocos años, las tormentas y manchas solares, que se caracterizan por una intensa actividad magnética en la superficie del sol, también causan cambios bastante grandes en el campo magnético de la Tierra. Es en esos momentos cuando los cachalotes, por ejemplo, que también utilizan el geomagnetismo como sistema de navegación natural, se pierden y quedan varados en el Mar del Norte.
¿Por qué las ballenas y los delfines quedan varados?
Se cree que los fallos de navegación son la principal causa de los varamientos de ballenas, pero aún no se han investigado todas las razones de manera definitiva.
Una de ellas es, sin duda, el comportamiento social de muchas especies de ballenas que viajan en grupos guiados por un líder. Por ejemplo, en el caso de los cachalotes, un macho guía el camino desde el Océano Ártico de vuelta a aguas más cálidas. Por el contrario, en el caso de las orcas, una madre o abuela lidera el grupo.
Si los líderes pierden su orientación, quizá por confusión o porque los parásitos han atacado sus oídos haciéndolos incapaces de escuchar los ecos de los chasquidos que han sido enviados, los acompañantes los seguirán en la dirección equivocada. Si un líder se queda atascado en aguas poco profundas, el resto del grupo se quedará con él, aunque ello signifique su perdición.