Más allá de las tensiones políticas tras el anuncio de la firma del acuerdo con el FMI, el principal resultado del “principio de entendimiento” entre el equipo económico y el staff del organismo es una sensible disminución de la presión sobre el tipo de cambio. Ahora la expectativa del mercado está puesta en la brecha y la posibilidad que se produzca una reducción significativa respecto a los niveles actuales, hasta acercarse al 60% ó 70%.
El acercamiento al Fondo implicó volver a los “escenarios base” que se habían planteado en consultoras económicas y sociedades de Bolsa a principio de año. El acuerdo es visto como un “puente” que le permitiría al Gobierno transitar un 2022 mediocre en materia económica pero evitando al mismo tiempo un descontrol cambiario.
El comportamiento de las variables financieras en los últimos diez días permite sacar algunas conclusiones. Los bonos, por ejemplo, volvieron a la mediocridad previa al entendimiento Esto se debe a que los inversores están desencantados con las condiciones acordadas. El gradualismo para encarar la baja del déficit fiscal significa que sería casi imposible cumplir con el pago de la deuda a partir de los vencimientos de capital que caen a partir de 2025. Es decir que el acuerdo con el Fondo prácticamente descuenta una nueva reestructuración de la deuda, que sería mucho más agresiva que la definida por Martín Guzmán en septiembre de 2020, con alargamiento de plazos, baja de tasas de interés pero sin quita de capital.
Las acciones siguen en su letargo, afectadas por la incertidumbre, las bajas expectativas de crecimiento y un contexto internacional que se complica para los mercados emergentes, a partir de la suba de tasas de interés que se avecina en los Estados Unidos.
Fuente: Infobae.