CONMOVEDOR: un recolector de residuos y una vecina SALVARON a un BEBÉ abandonado en la basura.

CONMOVEDOR: un recolector de residuos y una vecina SALVARON a un BEBÉ abandonado en la basura.

Mientras el hombre trabajaba encontró a un bebé en una bolsa de basuras y pidió a los vecinos que lo ayudaran. Lo llevaron al hospital con hipotermia y le salvaron la vida. Unos héroes.

Esto ocurrió en Lanús, Ciudad de Buenos Aires, el martes a las 5 de la mañana. El recolector realizaba su rutina normalmente, cuando de pronto sintió un llanto en una bolsa de nylon.

Primero pensó que se trataba de un animal, pero cuando se acercó, vio que se asomaba la manito de un bebé. El pequeño era un recién nacido que habían abandonado en medio de la basura.

Inmediatamente, avisó a los vecinos de la cuadra para que lo ayudaran a resguardar al pequeño. En ese momento, apareció Laura, una de las residentes de la zona que fue crucial para salvar al niño.

«Le dimos las primeras asistencias, no podíamos creer que un bebé estaba dentro de una bolsa de basura», contó Laura a TN. Describió que el pequeño estaba helado y decidieron prender una hornalla para darle un poco de calor. «Con mi vecina le empezamos a sacar la basura. Cuando abrimos la bolsa para sacársela y cambiarla por una sábana limpia, cayó una tijera grande que estaba pegada al cordón umbilical del bebé», relató estremecida.

Mientras eso sucedía, esperaban por la ambulancia, a la cual habían llamado pero demoraba en llegar. Entonces fueron a la salita del barrio, donde consiguieron que 2 patrulleros los escoltaran hasta el Hospital Evita.

«Cuando lo puse contra mi pecho se calmó. Las chicas me contuvieron un montón. Pero cuando lo tuve que entregar en el hospital me puse a llorar porque no podía creer lo que había pasado», detalló Laura.

Según indicaron los profesionales de la salud, el recién nacido llegó con un cuadro de hipotermia y gracias a la intervención de los médicos, ahora se encuentra fuera de peligro.

Laura contó que el bebé pesa 2,589 kg y que decidió llamarlo «Tomasito», en nombre de un sobrino que falleció a los dos años. «Sufrió un cáncer terminal, pero la luchó hasta el último día. Fue un guerrero, y este bebé también se aferró a la vida y luchó desde el principio», explicó con orgullo.

Por su parte, Maximiliano, el recolector de residuos, dijo estar convencido que estaba en el lugar y momento indicados. «Dios me llevó a encontrarlo», aseguró.

Los vecinos del barrio se organizaron y difundieron esta conmovedora historia en las redes sociales. Gracias a eso, recibieron una gran cantidad de donaciones, que todavía no pudieron ser entregadas a «Tomasito».

En tanto, Laura y su esposo dijeron que les gustaría tener la guarda provisoria, al menos hasta que encuentre una familia que «le dé todo el amor que se merece en la vida».