Al compas del crecimiento de la inflación, y los bajos sueldos de la administración pública, crece el descontento contra los representantes gremiales de los trabajadores, a quienes acusan de entregar a la gente.
Los gremialistas, que en muchos casos llevan décadas a cargo de sus sindicatos, están sintiendo el rechazo popular.
SUELDOS MISERABLES
Las bases se quejan por las migajas que reciben de aumento salarial.
“A principios de año, los docentes de nación cerraron aumentos por el 40%. Aquí los gremios pidieron tan solo 25%, y el gobierno otorgó menos del 20%”, dijo a nuestra redacción María Josefa, una docente local.
Ahora, en las nuevas paritarias, los gremios piden también tan solo el 25%.
IMPARABLE INFLACION
La inflación reinante – que actualmente supera el 60% – preocupa a los economistas, pero también a los trabajadores. La inflación proyectada es del 80%, y sigue creciendo.
Los sueldos ya no alcanzan, y sin embargo los gremialistas no quieren pedir aumentos.
