El exgobernador de Jujuy, Gerardo Morales, vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez no solo por las múltiples denuncias judiciales y mediáticas que pesan sobre su figura, sino también por su posible candidatura en las elecciones nacionales de 2025, en lo que para muchos sería una estrategia para refugiarse en los fueros parlamentarios y evitar rendir cuentas ante la Justicia.
Un prontuario político-judicial cargado:
A lo largo de sus gestiones como gobernador, Morales fue acusado en múltiples oportunidades por prácticas que van desde el nepotismo, hasta el uso irregular de fondos públicos, la represión a manifestantes y la intimidación a periodistas:
- Escándalo por vacunación VIP (2021): se conoció un esquema de vacunación paralela en clínicas privadas, fuera del protocolo oficial. (Vease en Wikipedia)
- Caso Caspalá: obras inconclusas, fondos sin justificar y represión a la comunidad. Hay seis funcionarios imputados. (Vease en JujuyGrafico)
- Nepotismo estructural: al menos 25 familiares directos de Morales ocuparon cargos públicos durante su gobierno, incluyendo a su hijo Gastón Morales al frente de la empresa estatal Cannava. (Vease en resumenlatinoamericano)
- Desvío de fondos en Turismo: más de $5 millones fueron adjudicados a consultoras privadas vinculadas a su espacio político, sin concurso transparente. (Fuente Wikipedia investigación de periodista Roberto Navarro)
- Violaciones a los DD.HH.: se denunció represión a comunidades indígenas, detenciones arbitrarias y uso de la fuerza para sofocar protestas sociales.
Un posible regreso, ¿con fines estratégicos?
Fuentes políticas cercanas a Juntos por el Cambio afirman que Morales analiza una candidatura nacional como diputado o senador, lo cual le devolvería inmunidad parlamentaria en un contexto en que su figura está cada vez más rodeada por denuncias y pedidos de investigación.
En redes sociales, usuarios y referentes opositores cuestionan:
“¿Candidato para representar a la gente o para blindarse de la Justicia?”