Por este crimen está detenido un amigo de la víctima que habría estado desaparecido, confesó haberlo matado de una palazo en la cabeza luego de una discusión tras haber consumido drogas, según expresaron fuentes policiales y judiciales.
El joven de 34 años fue asesinado y su cuerpo descuartizado y colocado en bolsas de residuos en el interior de una heladera de una vivienda de la localidad bonaerense, y por el hecho fue detenido un amigo de la víctima que confesó haberlo matado de una palazo en la cabeza luego de una discusión tras haber consumido drogas, informaron este miércoles fuentes policiales y judiciales.
Todo sucedió el pasado sábado cuando la hermana de Abel Leonardo Barrios (31), un comerciante domiciliado en el barrio Ricardo Rojas de Tigre, denunció que no tenía contacto con su familiar desde el día anterior cuando se retiró a bordo de su vehículo Chevrolet Corsa.
A partir de este momento, la Subdelegación de Investigaciones (DDI) de Tigre comenzó el protocolo para averiguación de paradero y la causa quedó en manos del fiscal Gonzalo Acosta, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Trata de Personas y Delitos Conexos de San Isidro, que se dedica a las personas desaparecidas en todo ese departamento judicial.
Fuentes policiales indicaron que el punto de partida de la investigación y la clave que luego llevó a descubrir qué había sucedido con Barrios fueron los videos de cámaras de seguridad con los que se reconstruyó el recorrido del auto en las horas previas.
El Corsa patente IGB265 de la víctima fue hallado abandonado en el partido bonaerense de Malvinas Argentinas y en los videos se pudo observar que, el día de su desaparición, Barrios estacionó su auto en la Ruta 197 al 1800 de la localidad de El Talar, partido de Tigre.
“Se lo ve bajar del auto con pantalón negro, zapatillas blancas y buzo rojo, y cruzar la calle. Unas horas más tarde se ve a una persona vestida con la misma ropa subirse al vehículo y arrancar para donde luego quedó abandonado”, dijo a Télam un investigador judicial.
La misma fuente explicó que fueron los familiares del comerciante desaparecido quienes se dieron cuenta al ver el video que quien que se había subido al auto de vuelta para luego abandonarlo, tenía la misma ropa que Barrios, pero era otra persona.
Tras una serie de tareas de inteligencia, los detectives de la policía bonaerense determinaron que a quien Barrios había ido a visitar en El Talar, era un conocido llamado Gustavo Alejandro Arbelo (34), quien al intentar ser localizado no pudo ser hallado.
Según las fuentes, el martes el sospechoso se presentó espontáneamente en la SubDDI Tigre y allí se quebró y le confesó a los investigadores que estando en su casa y luego de haber consumido estupefacientes, se había peleado con Barrios, que lo había matado de un palazo en la cabeza y que luego cortó su cuerpo con motosierras y otras herramientas, en una autoincriminación que si bien no tiene validez judicial, quedó asentada en un acta.
Rápidamente, el fiscal Acosta ordenó un allanamiento de urgencia en el domicilio del sospechoso, en Ruta 197 número 1832 de El Talar, que fue concedido por el Juzgado de Garantías 2 del departamento judicial.
Al llegar a la vivienda los efectivos hallaron dentro de una heladera dos bolsas negras de nylon y en su interior el cuerpo mutilado de un hombre.
La Policía Científica corroboró que los restos sean del hombre buscado y los envió a la morgue judicial para avanzar en las pericias, señalaron las fuentes.
Voceros judiciales indicaron a Télam que por el momento se encontraron la cabeza –cuyo rostro no se visualizaba porque estaba embalada con cinta adhesiva-, el torso y los brazos de la víctima.
Los investigadores ya dieron por sentada que se trata del cadáver de Barrios porque su familias ya reconoció algunos tatuajes hallados en los restos.
Otros restos cadavéricos, como una rodilla seccionada, fueron hallados en un cesto de basura callejero cercano al domicilio y aún restan encontrar la cadera y partes de las piernas, precisaron las fuentes.
En tanto, en el interior de la vivienda se incautó debajo de un colchón una pistola calibre 11.25, un balde con trapeador con manchas hemáticas y dos sierras eléctricas -una nueva y otra sin cadena, como si se hubiese roto-, y una sierra manual con la que presuntamente descuartizó a la víctima.
Los investigadores también hallaron una bolsa con 150 gramos de cocaína dentro de un bowl que estaba tapado con arroz.
Un investigador policial precisó a Télam que la disputa previa al hecho comenzó porque ambos “estaban bajo los efectos de las sustancias”.
La causa quedó recaratulada como “homicidio” y el fiscal Acosta indagará en las próximas horas al acusado.