El Hombre Juan Jesús Silva de 44 años fue capturado como sospechoso de haber cometido el doble crimen de una mujer y de su hija, halladas asesinadas en el interior de una casa de la localidad bonaerense, tras haberle confesado a su hermana que se había «mandado una cagada», informaron efectivos a cargo de la causa.
El hombre es un vecino de Aída Oviedo (84) y Luzmilda María Gauto (60), vive a una cuadra del lugar del hecho cometido el viernes.
Agentes policiales informaron que la aprehensión se concretó luego que una joven de 21 años, (hermana del acusado), se acerco a la comisaría y narro que él le dijo que «se había mandado una cagada», tras lo cual le entregó una camiseta de fútbol, un pantalón y una campera con manchas de sangre.
Ante ese duro testimonio, el fiscal de la causa, Carlos Insaurralde, dispuso un operativo urgente de allanamiento en la vivienda de Silva, a unos 100 metros de la casa de las víctimas.
El sospechoso de quitarles la vida a las mujeres fue apresado por la Policía y en las próximas horas será indagado por el delito de «doble homicidio agravado».
Juan se encontraba con lesiones en sus manos y en el rostro, por lo que los investigadores procuraban determinar si fueron ocasionadas por las víctimas para defenderse del ataque.
Se supo del crimen cerca de las 6am del viernes a la cuando el yerno de Gauto se dirigió a la vivienda porque ni ella ni su madre respondían a los llamados.
Al ingresar, el hombre encontró a Gauto en el baño de la casa con signos de estrangulamiento y golpes, en tanto que Oviedo se hallaba en una de las habitaciones, con heridas en el cuerpo y en el cuello.
«Parece que el yerno de Luzmila se intentaba comunicar con ella y no le atendía el teléfono. Él le suele dejar a las hijas porque vive acá cerca, entonces vino y se encontró a las dos tiradas ahí. El hombre salió casi descompuesto y asustado porque uno no espera esto», dijo a la prensa una vecina que se identificó como Telma.
La policía al tener conocimiento de lo sucedido se acerco al lugar y también el fiscal Insaurralde, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 3 de San Martín, quien supervisó las diligencias a realizarse. También un equipo médico del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) fue a la casa donde estaban las víctimas y constató el deceso de ambas.
«Las conocía a las dos, estoy muy sorprendida. Ella trabajaba en una fábrica acá a la vuelta. Vivía con su mamá y están las dos muertas, eso es todo lo que sabemos», añadió Telma.
fuentes cercanas expresaron que varios sectores de la casa estaban revueltos, aunque las aberturas no tenían signos de haber sido forzadas o violentadas.
Ante tal situación se establece, que las víctimas pudieron haber dejado ingresar al asesino porque existía algún conocimiento previo o tenían una relación de confianza con él.
