El empleado municipal de 52 años , también conocido como «El paciente 41» tuvo un juicio abreviado por haber violado el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
Todo comenzó el 4 de agosto cuando el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, tomó como ejemplo el caso de L. Ávila para pedirle a los santiagueños que dejaran de asistir a reuniones sociales. En la conferencia de prensa solicitó a los ciudadanos que sean responsables y eviten la propagación de la enfermedad.
El Sr. Ávila habría sido el responsable del aislamiento de 94 familias por vinculaciones con él. Al contagiarse y presentar síntomas, de igual forma siguió asistiendo a reuniones sociales como “asados” y cumpleaños sin privarse de nada.
Desde ese momento, intentaron resguardar al mayor número de personas posibles, movilizando al personal de salud y policial. Interrogaron al paciente, quien no supo dar explicaciones exactas de los lugares que había visitado durante los 15 días anteriores. La policía tuvo que secuestrar 2 teléfonos para continuar con la investigación epidemiológica.
El caso, nombrado como el “caso 41”, tuvo repercusión nacional. El hombre fue condenado a tres años de prisión en suspenso en un juicio abreviado.
Fue declarado culpable por infringir los artículos 203 y 205 del Código Penal, al violar las normativas del aislamiento social, preventivo y obligatorio y generar una ola de contagios en la provincia.
El juicio abreviado se realizó mediante una audiencia virtual a cargo del Fiscal Robles y la defensa de Ávila, Francisco Palau. También participó la Jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen. Se lo imputó por «propagación culposa de una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas».
La carátula fue cambiada de delito doloso a culposo, ya que, si bien estuvo en diferentes reuniones, las personas que contagió fueron sus contactos estrechos como su exmujer, hijos y otras personas.
Actualmente, el condenado se encuentra internado desde el 3 de agosto en el Hospital Independencia de la capital de la provincia. Ese fue el día en que el hisopado dio positivo. 52 días después, las autoridades decidieron que cumpla desde la cama del sanatorio su arresto preventivo para no tener que alojarlo en una comisaría.
En unas horas podrá salir del hospital para ir a su casa, ya que firmó la sentencia del juicio abreviado y terminaría la prisión preventiva.