Las dificultades de las empresas para importar, ante la necesidad del Gobierno de cuidar los escasos dólares que le quedan al Central, también repercutirá en la inflación de los próximos meses. La escasez de stock llevará a fuertes remarcaciones, tal como ya se está viendo por ejemplo a la hora de conseguir repuestos de autos, insumos médicos o electrodomésticos.
El comportamiento del mercado cambiario generará así una doble presión sobre los precios a lo largo de 2022. Por un lado, la decisión del BCRA de acelerar la suba del dólar oficial impacta de manera directa sobre la compra de insumos importados.
Sin embargo, la decisión de “planchar” el tipo de cambio con subas de apenas 1% mensual, aplicada no funcionó como el ancla antiinflacionaria que esperaba Martín Guzmán en 2021. Una parte de responsabilidad fue la brecha cambiaria que volvió al 100%, alentando mayores expectativas de devaluación.
La escasez de dólares es todavía más inflacionaria que el incremento del tipo de cambio oficial. Por un lado, aumenta la incertidumbre sobre la posibilidad de acceder a las divisas necesarias para comprar insumos y poner en marcha la producción. Pero como además ya hay más certezas sobre las dificultades para conseguir divisas, concretamente habrá menor oferta de productos y esto desatará mayores remarcaciones.
Fuente: Infobae.