Tras la sentencia a cadena perpetua el joven cayó desmayado al piso y su mamá a los gritos apuntó contra los medios.
Antes de culminar la lectura del veredicto, Máximo Thomsen rompió en llanto, se desvaneció y tuvieron que sentarlo.
Cabe recalcar que los inculpados y su abogados habían decidido escuchar la sentencia de pie, pero cuando Thomsen escuchó el veredicto que le dictó perpetua, se desvaneció y debió desalojarse la sala para ser atendido.
Por ese hecho, la jueza interrumpió la audiencia y llamó a un médico.
En ese momento, la mamá de Máximo, que estaba en la sala, pidió asistencia para su hijo, quiso reanimarlo con gritos y hasta apuntó contra el periodismo: “Machu, Machu…”, lo llamaba, desde el lugar en donde estaban los familiares.
“Esto es todo una mentira, saquen a todos los periodistas, la p… que los parió. Tres años torturándolo. No me importa más nada”, gritó.