Mato a su yerno y lo enterró en el patio de su casa, el joven fue descuartizado y el olor que emanaba de la tierra delató al criminal.
La víctima se encontraba desaparecida y su fotografía circulaba en las redes sociales. Desde el 1 de diciembre, familiares de Ramiro Ramos Roca pedían la colaboración de toda la sociedad para hallar al muchacho. Sin embargo, este fin de semana el fuerte olor que emanaba de la propia casa llevó a esclarecer el caso.
El suegro de Ramiro, Pedro Castañera Huanca, lo había asesinado, descuartizado y enterrado, al parecer, para quedarse con el terreno donde habitaban. Los sucesos se produjeron en el barrio Bicentenario, zona de la Pampa de la Isla, Santa Cruz de la Sierra (Bolivia)
El autor del delito antes los dichos de los familiares sobre el olor del inmueble respondía que había un gato muerto en el lugar, explicó Edson Claure, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
Las sospechas aumentaban día a día por esta razón el hombre cambió de lugar el cuerpo a un hueco más profundo. «Conociendo que en el inmueble había un pozo ciego, se trasladó el cuerpo de la víctima», dijo el jefe policial.
Al ver la tierra removida, familiares comenzaron a sospechar y optaron por excavar en la habitación del cuñado. Fue así que encontraron el cuerpo de Ramiro totalmente desmembrado.
La Unidad de Homicidios hizo el levantamiento legal del cadáver y arrestó a tres integrantes de la familia de la esposa de la víctima para fines investigativos.
Ramos Roca se ganaba la vida como carretillero en el mercado Los Pozos. Además, sumaba unos pesos extra jugando fútbol en los campeonatos de su barrio.
El culpable trató de huir aunque la policía logró aprehenderlo al poco tiempo de descubrir el cuerpo. Ante la policía, Castañera, suegro de Ramiro, confesó el crimen. Se espera al audiencia cautelar para proseguir con las investigaciones.
Informaron que el agresor utilizó un combo y cincel para cometer el asesinato. Posteriormente, procedió a desmembrar y enterrar el cuerpo en la misma casa., detalló El Deber.