Morales negocia con el K para acomodar Jueces

Cada vez más cerca: Alberto Fernández y Gerardo Morales

Cada vez más juntos

Con el mundo de la política distraído en la campaña, el Gobierno avanza en negociaciones con la oposición para nombrar a dos jueces en la Cámara Federal porteña, el tribunal encargado de confirmar o rechazar los procesamientos en casos de corrupción de este gobierno o del anterior.

El “operativo seducción” que lanzó el oficialismo en el Consejo de la Magistratura tiene como objetivo conseguir los votos de una senadora jujeña, del riñón del gobernador radical Gerardo Morales, y de un juez de la lista Compromiso Judicial, menos opositora que la que preside la Asociación de Magistrados.

cambio de sus votos para reemplazar a los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi en la Cámara Federal, el oficialismo ofrece promover la designación de un juez federal con competencia electoral en Jujuy, cargo sensible para Morales, y de otros jueces de primera instancia en Comodoro Py, cargos que querrían ocupar integrantes de Compromiso Judicial.

El Gobierno quiere los votos del consejero juez Juan Manuel Culotta y de la senadora jujeña Silvia Giacoppo, de Juntos por el Cambio. Ambos dijeron a LA NACION que son de la idea de promover el diálogo con el oficialismo y no trabar el funcionamiento del Consejo, pero negaron que hubiera alguna oferta concreta.

Sin embargo, fuentes de Pro -cercanas a Mauricio Macri y a Horacio Rodríguez Larreta-, de la cúpula de la UCR y del Consejo de la Magistratura ratificaron a LA NACION la existencia estas conversaciones.

Culotta, por lo pronto, ya acompañó la semana pasada con su voto el dictamen que establece un nuevo orden de mérito para los candidatos a la Cámara Federal, donde se destacan Fernando Poviña y Cecilia Incardona, que tras la reconsideración de sus antecedentes académicos y profesionales, escaló al tercer lugar de la lista.

El ofrecimiento encendió las alarmas en los máximos dirigentes de Juntos por el Cambio. Alfredo Cornejo y Horacio Rodríguez Larreta hicieron llegar mensajes a Giacoppo y al propio Morales para bloquear cualquier negociación que pueda favorecer a la provincia, pero perjudicar a la alianza opositora a nivel nacional.

El conflicto está planteado en la propia oposición, donde estas semanas prima cierta desconfianza entre los socios de Juntos por el Cambio, en coincidencia con los airados reclamos de Morales, y del radicalismo en general, de un mayor protagonismo.

Los dos cargos que quiere ocupar el Gobierno son los que deberían dejar los jueces Bruglia y Bertuzzi, trasladados a la Cámara Federal durante el gobierno de Mauricio Macri.

Mediante otra negociación entre el oficialismo y la oposición, el Gobierno ya consiguió el año pasado colocar en la Sala II de la Cámara Federal al exabogado de Cristina Kirchner Roberto Boico, quien había conseguido el primer lugar en aquel concurso. Y volvió a llevar a ese tribunal al camarista Eduardo Farah. Ambos comparten sala con Martín Irurzun, que quedó en solitario en muchos de sus votos. Ahora, el oficialismo busca promover a otros dos candidatos en lugar en Bruglia y Bertuzzi, para que conformen la Sala I acompañando a Mariano Llorens.

Los candidatos que el Gobierno tiene en vista son Poviña, juez federal de Tucumán, quien llevó el caso de “la noche del apagón” contra Carlos Pedro Blaquier, acusado de violaciones a los derechos humanos durante la dictadura; e Incardona, fiscal federal de Lomas de Zamora que impulsó la investigación del espionaje ilegal contra Cristina Kirchner, políticos y periodistas, la causa por la que están procesados Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, la cúpula de la AFI en la gestión de Macri.

El otro concurso en la mira es que el busca cubrir las vacantes que dejaron los jueces Claudio Bonadio (fallecido), Rodolfo Canicoba Corral (jubilado) y Sergio Torres (hoy juez de la Suprema Corte bonaerense). Allí podrían tener chances integrantes de la lista de Culotta.

La senadora Giacoppo dijo a LA NACION que siempre se conversa sobre las vacantes con el oficialismo, pero que “no hay ninguna conversación puntual” sobre acordar ningún voto. Culotta se manifestó en el mismo sentido.

El oficialismo está a dos votos en el Consejo de la Magistratura de imponer sus deseos, por eso en Cambiemos y en el propio Consejo consideran que Cullota y Giacoppo son “los eslabones más débiles”, según evaluó una fuente cercana a Rodríguez Larreta. En este sector no están en contra de la negociación, pero advierten que no puede ser en beneficio de un sector, sino de toda la alianza.

El senador radical Luis Naidenoff quedó a cargo de conversar hace unos dos meses con la senadora Giacoppo y seguir el asunto. La idea es que cualquier decisión se tome en la mesa política nacional de Juntos por el Cambio y no a nivel local.

En el estamento de los jueces no creen que sea posible este acuerdo, pero hay quienes advierten que ese flanco es accesible para el oficialismo. Las advertencias llegaron al mendocino Cornejo, que conversó con Naidenoff para contener la situación y con el propio Morales, que descartó ese acuerdo.

El consejero y diputado de Juntos por el Cambio Pablo Tonelli se encargó de alertar a las máximas autoridades de Pro y les anticipó lo que podía ocurrir si se escurrían esos votos del bloque opositor. Hay otras vacantes que pueden interesar al radicalismo en la Cámara Federal de Mendoza o en la Justicia federal correntina.

Estas prevenciones no implican que Juntos por el Cambio esté cerrado al diálogo. Al contrario. Mirando a largo plazo el horizonte político de María Eugenia Vidal o Rodríguez Larreta en el espacio alientan la conversación. Creen que la negociación del año pasado, donde votaron a Boico y consiguieron dos vacantes en la cámara laboral y en la cámara civil, no fue satisfactoria. Ahora quieren algo más. Mejor dialogar y acordar la posibilidad de elegir a un candidato posible, el mal menor, antes que tener que aceptar un candidato difícil de digerir.

 

Fuente: Jujuy al momento.