La reina Isabel II de Inglaterra murió a los 96 años, lo que puso fin a un reinado sin precedentes de más de 70 años y significó el ascenso al trono de su hijo mayor, el rey Carlos III, de 73 años de edad.
“La reina murió pacíficamente en Balmoral esta tarde”, dijo en un breve comunicado el palacio de Buckingham.
“El puente de Londres ha caído”: con estas estas palabras se activó el estricto protocolo fijado por el Gobierno de Reino Unido en caso del fallecimiento de la reina, que arrancó en el mismo instante del fallecimiento y concluirá diez días después con el funeral de Estado.
Liz Truss anunció la muerte de Isabel II, “estabilidad y fortaleza” del Reino Unido
La primera ministra británica, Liz Truss, dijo que el país está “conmocionado” por el deceso de la reina Isabel II, y la describió como “la roca sobre la cual fue construida la Inglaterra moderna”.
Truss dijo, además, que la noticia era “un gran shock para la nación y para el mundo”, pero que el espíritu de la reina seguirá vivo. Agregó que la soberaba fue una fuente de “estabilidad” y “fortaleza” para el país.
“Hoy la Corona pasa, como lo ha hecho durante más de mil años, a nuestro nuevo monarca, nuestro nuevo jefe de Estado, Su Majestad el rey Carlos III”, dijo Truss.