Fiestas clandestinas, alcoholismo y record de contagios.
A pesar que el número de casos no para de crecer en Palpalá y se multiplica día tras día, la ciudad se ha convertido en tierra de nadie.
Fiestas y alcoholismo.
Anoche fue un desborde la cantidad de fiestas privadas que hubo en la ciudad siderúrgica. Los vecinos de casi todos los barrios tuvieron que soportar los ruidos, la música fuerte y la gran cantidad de gente que se juntó en domicilios particulares a beber hasta bien entrada la madrugada.
El movimiento fue incesante durante toda la noche, y nadie controló absolutamente nada.
A pesar que está totalmente prohibido reunirse, en Palpalá las fiestas son una constante, y todo el mundo aprovecha el fin de semana para reunirse.
Record de contagios y crisis sanitaria.
El coronavirus está azotando duro a los palpaleños. Ya son casi 600 casos y el ritmo de fallecimientos espanta, 10 en las últimas 48 horas.
El escenario empeora porque el hospital local está en permanente conflicto, porque el gobierno lo ha menguado en detrimento de la clínica privada local, de cercanía con el poder de turno.
Sin respuestas del municipio.
Ante semejante descontrol, las autoridades municipales parecen no reaccionar ante el crecimiento de casos, que está causando alarma en el Gran Jujuy.