El hombre confesó haber asesinado a sus dos hijos por creer que su mujer les había pasado “ADN de serpiente”. En el juicio pedirán la pena de muerte.
El instructor de 40 años Matthew Taylor Coleman, era conocido en Santa Bárbara (California, Estados Unidos) por dirigir Lovewater, una escuela de surf para niños comentaron sus amigos que había tenido un auge comercial durante la pandemia. Sin embargo, algunos de sus amigos aseguran a medios locales como Rolling Stone que últimamente andaba perdido, de iglesia en iglesia. Así, su nombre dio la vuelta al mundo hace un mes cuando le detuvo la policía por haber asesinado a sus dos hijos, un niño de 2 años y una niña de 10 meses.
El atestado expresa que, la esposa llamó a la policía porque Coleman se había llevado a los hijos en su furgoneta surfera sin su consentimiento. Llegó a pasar la frontera, llegando a un rancho de las afueras de Rosarito (Baja California, México), donde les asesinó y les enterró. Una Patrulla Fronteriza le detuvo cuando regresaba a los Estados Unidos.
En la comisaria el autor del doble crimen confesó que lo había hecho porque sus hijos tenían «ADN de serpiente» que les había pasado su madre. Así, aseguraba que «iban a convertirse en monstruos» y por eso tuvo que matarles. Más tarde indico que «sabía que estaba mal» pero que les mató «para salvar el mundo», siguiendo las teorías de la conspiración de QAnon y los Illuminati.
Con esta situación ya establecida la Fiscaía del Distrito Sur de California alega que Coleman asesión a sus hijos «deliberada y maliciosamente, además de con premeditación y alevosía», pidiendo para él la pena de muerte o la cadena perpetua. «No hay palabras para describir el profundo dolor que envuelve a toda una comunidad cuando un niño es asesinado», decía el Fiscal Federal Randy Grossman, quien añadía que «haremos todos lo posible para que se haga justicia con las víctimas y sus seres queridos». Se esperaba que Coleman se declarara culpable este jueves en un tribunal federal de Los Ángeles, pero el caso será desestimado para que se haga cargo la oficina de Grossman, que pedirá dichas penas (todavía sin fecha).