La inflación anual en Brasil trepó al 10,38%, por lo que los precios al consumidor estuvieron en línea con las proyecciones de Bloomberg. El dato genera preocupación en el equipo económico de Jair Bolsonaro, por lo que deberán analizar la forma de aplicar un plan de baja de tasas y control de la economía.
Para 2021 Bloomberg había estimado que la inflación anual acumulada en Brasil rondaría el 10,39%. Tras el anuncio de las autoridades de estadísticas del país vecino, se confirmó que ese número fue del 10,38%.
Por otra parte, frente al mes anterior, los precios registraron un aumento del 0,54%, por lo que la inflación sigue generando problemas a la gestión económica de Jair Bolsonaro.
La inflación anual alcanzó así un pico máximo como no lo hacía hace 18 años, cuando en noviembre pasado trepó al 11%. Desde entonces no pudo bajar de los dos dígitos, lejos de la meta oficial que estimaba una suba de los precios entre el 3,25% y el 3,50%.
Uno de los factores en la suba de la inflación es la política monetaria de Brasil, donde el banco central tuvo los costos de endeudamiento más altos como consecuencias de la recesión de la pandemia.
Sin embargo los esfuerzos por bajar la inflación no han dado resultados, con tasas que rondan los 875 puntos base.
A la situación del alza en los precios y el incremento en el costo de vida, Brasil suma al menú de la inflación otros factores como problemas en las cadenas de suministro, condiciones climáticas adversas (sequías y lluvias extremas) y el aumento de materias primas, una de las problemáticas a nivel mundial acentuada durante la pandemia.
Roberto Campos Neto, presidente del Banco Central de Brasil, intentó controlar la espiral inflacionaria con medidas de suba de tasas la semana pasada, cuando elevó la tasa Selic al 10,75%.
Sin embargo, el resultado no fue el esperado y los precios siguen fuera de todo control, por lo que el equipo económico del presidente Bolsonaro se reunirá para determinar nuevas líneas de acción de la política monetaria a partir de marzo.
Fuente: Ambito.