Se llama Kaavan, aunque mucha gente le conoce como el ‘elefante más triste del mundo’.
Las imágenes de Kaavan visiblemente deprimido en el zoológico de Islamabad han dado la vuelta al mundo. Los años de reclusión y la muerte de su compañera Saheli en 2012 causaron estragos en el ánimo de este elefante macho nacido en Sri Lanka en 1985 que acabó en Pakistán como “gesto diplomático”, como un regalo que debía contribuir a fortalecer las relaciones bilaterales entre los dos países.
Hace años que Kaavan empezó a mostrar signos de aburrimiento, letargo, estrés e incluso agresividad. La cosa empeoró con la muerte de Saheli, y los cuidadores del parque respondieron a su errático comportamiento encadenando al animal durante tres años.
Gracias a la presión en las redes sociales, el zoo liberó a Kaavan de sus cadenas, pero la tristeza del animal no remitió. En 2016, más de 400.000 personas firmaron una petición exigiendo la liberación del “elefante más solitario de Pakistán”. Los activistas se basaron entonces en diversos informes que aseguraban que el paquidermo vivía en condiciones lamentables. Ahora, cuatro años después, el Tribunal Superior de Islamabad ha emitido un dictamen que obliga a la liberación del animal.
Según ese dictamen, Kaavan abandonará el zoo de Islamabad para ser trasladado a un santuario en Camboya el que podrá deambular libremente.