Tomei afirma que el hecho no está probado y pidió la absolución de los ocho acusados por la muerte de Fernando Báez Sosa.

 

El letrado presentó su exposición en la última jornada y pidió la absolución de los acusados.

Comenzó la segunda jornada de alegatos en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, ocurrido el 18 de enero de 2020 en Villa Gesell. La misma es televisada en vivo por el canal oficial de YouTube de la Suprema Corte de Justicia. La defensa de los rugbiers, encabezada por Hugo Tomei, brinda su testimonio.

“Voy a pedir la absolución de los imputados porque el hecho no está probado”, dijo Hugo Tomei, el abogado de los ocho rugbiers de Zárate acusados por el homicidios de Fernández Báez Sosa.

“Los acusadores probaron otro hecho. Es fácil: ocho sujetos adultos de sexo masculino acordaron darle muerte a Fernando Báez Sosa. Lo primero es que señalan a Thomsen como la persona que tuvo el conflicto. Si la sentencia dice que el problema lo tuvieron los ocho, pero señala a uno solo, no hay coherencia”, expresó.

“El debate es para que se confirme si esto se dio o no. No hay acusación subsidiaria y no se dio espacio a la defensa para ampliar. Cuando hablamos de hecho hablamos de conducta. Si son ocho, no puede ser uno”, argumentó.

Y siguió: “De estos ocho, cinco le pegaron a Fernando Báez Sosa y tres a los amigos de Fernando Báez Sosa. Por supuesto que está el previo acuerdo. ¿Qué sucedió en el alegato? Todos le pegaron a Fernando Báez Sosa. No estamos hablando de lo mismo. Para que se entienda bien: es una cuestión extremadamente técnica. Se prueba lo que se imputa y se imputó otra cosa distinta de la que se alegó ayer”.

Tomei se puso de pie. “Hablan de tres que no le pegaron a Fernando (Lucas, Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz) pero tampoco surge quién de los tres que le pegaban a los amigos. Yo me tomaría el trabajo de preguntar a Lucas Pertossi a quién le pegó para terminar de cerrar esta indeterminación”.

A medida que habló de cada uno de ellos, le solicitó que se paren. Los imputados lo hacen y vuelven a sentarse. El primero fue Lucas.

Ayrton -le habla al joven- resulta que vos sos la persona que arengaba para concretar este homicidio. Dicen que los golpes se dieron después de tu accionar. El grito de combate no puede ser probado porque nos estamos defendiendo de otra cosa”.

 “Tengo que hacer algunas críticas. No hay duda de que toda la evidencia está contaminada”, alegó. “La sentencia que se pueda dictaminar va a intentar aproximarse, conozco el amor por el derecho que tienen los jueces, pero no pueden salir de una cuestión como esta”.

Luego se refirió a los testigos que declararon en las audiencias. “Algunos lloraron. Otros se abrazaron con el particular damnificado. Otros dijeron que estaban parados en la puerta de Le Brique y dijeron que no se veía, por ejemplo, la chica que le practicó RCP”.

Tomei consideró que los acusadores no demostraron el dolo. “El perito no pudo determinar cuál de los golpes causó la muerte”, dice. Y luego pasa a la figura del rugbier que tomó mayor protagonismo durante el proceso.

“Se habló mucho de Máximo Thomsen como el líder, el monstruo. Esa pisada, que él reconoce, no lastimó la boca, la encía, las piezas dentales o los labios. Sin dolo no hay caso”.

“A falta de pruebas, dicen que en los siete minutos que salen del boliche, ahí acordaron el plan: falso o inverosímil o poco consistente. Nunca hubo un plan para matar. Aunque no se le crea a Máximo Thomsen, ¿cómo se le va a creer a Máximo Thomsen? ¿Cómo le vamos a creer si es un asesino, un salvaje?”, preguntó con ironía.

“Son inocentes hasta que una sentencia diga lo contrario”. Luego, Tomei hace referencia al homicidio en riña y señala que, si se implementa esa figura penal, “ya estarían en libertad. Es el adecuado cuadro contexto en el que una sentencia debe ser dictada”, señaló.

Luego, pidió reproducir un video de Fernando Burlando insultando a los imputados ante la prensa. “Esto duele porque es un profesional reconocido, de los mejores. Lo que logra es que ellos estén encerrados 21 horas por día en celdas diminutas”, aseguró.

Comienza el alegato de Hugo Tomei, el abogado de los rugbiers. “Tengo que hablar después de la señora y me siento en plano de inferioridad, sobre todo porque tengo ejercer la defensa que por supuesto que no va a ser igual que la de los acusadores”, dijo el defensor que basa los primeros minutos de su argumento en esa idea.

La jueza le ofrece un cuarto intermedio pero el abogado no acepta. “Represento a ocho condenados por el poder mediático, por la sociedad y por la opinión pública”, afirmó Tomei.

“Contra eso es muy difícil porque es una forma de presionar al Poder Judicial. Es una forma de obtener una sentencia que tenga que ver con el criterio de la opinión publica”, siguió.