En un operativo conjunto entre el Renatre y la Uatre se descubrió una red de explotación infantil.
El 18 de septiembre se realizó una fiscalización en un establecimiento hortícola, donde se encontró a un grupo de niños que realizaban tareas totalmente violatorias de los derechos humanos.
El operativo llevado a cabo por el Renatre (Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores) junto a la Uatre (Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores) detectaron un caso de trabajo infantil.
Se trata de un grupo de niños, los cuales estaban obligados a cosechar cebollas, durante largas horas de trabajo, de lunes a sábado, sin acceso a agua potable ni baños, bajo un calor muy fuerte y agotador. A su vez, fueron encontrados 2 trabajadores que no se encontraban registrados ante la seguridad social y percibían un salario por la actividad.
Cuando arribaron los inspectores, los niños huyeron del campo a alta velocidad, pero por fortuna uno de ellos no pudo fugarse y pudieron interrogarlo correspondientemente. La mayoría de los niños son menores de 10 años.
Originalmente, el operativo tenía el objetivo de verificar el cumplimiento de los protocolos por la pandemia de coronavirus, y la distribución de elementos de seguridad e higiene en ese sentido. Nada se cumplía en este establecimiento rural del Departamento Robles.
La directora del Renatre calificó este hecho como una clara “violación a los Derechos Humanos” y ratificó “vamos a seguir denunciando todas estas situaciones donde se estén vulnerando derechos básicos y fundamentales de las trabajadoras y los trabajadores, de las niñas y niños, atendiendo y observando que la infancia es el pilar fundamental en la vida de las personas”.
A su vez, Orlando Marino, el presidente de la entidad aseguró: «Llevamos adelante todas las acciones necesarias en la lucha para erradicar el trabajo infantil en el sector rural y lo hacemos de acuerdo a los protocolos».