UN GRAN EJEMPLO: Cruza un rio a pie, a caballo, con frío o nieve para poder estudiar.
Tiziano Alfaro tiene 16 años y vive en el Paraje Pichi Neuquén, casi al límite con Chile; su familia vive de la cría de animales, en una zona en la que no hay señal de teléfono ni mucho menos internet.
“Lo que más necesito es la conectividad y el transporte para poder ir a la escuela. Y un puente para que los vehículos puedan llegar a mi casa”, suplica el adolescente que vive con sus abuelos en Pichi Neuquén. Todos los días tiene que cruzar un río, caminar una hora o hacer dedo para llegar a la escuela secundaria que queda a 17 kilómetros.
Su familia no tiene moto ni auto propio. Todo lo hacen a pie, a caballo o en bici. Como el transporte público no llega a su pueblo, la provincia dispone de una camioneta que lo vaya a buscar, pero tampoco puede llegar hasta su casa. Está ubicada del otro lado del Río Neuquén y solo se puede pasar por una pasarela peatonal.
Al vivir en una zona tan aislada, Tiziano siempre tuvo que luchar para poder estudiar. De chico sus abuelos Bernardino Alfaro “Don Beño” y Marta Alfaro lo acompañaban a cruzar la pasarela que atraviesa el Río Neuquén para poder llegar a la escuela desafiando cualquier clima. De fondo, la montaña “El Frutillar” era testigo de cada paso.