El empresario Eduardo Fort contó que Ricardo fue abusado sexualmente a los cinco años y utilizó la producción audiovisual trasmitida por star+ para revelarlo.
Cómo se formó su familia en el país, la fundación de la popular fábrica de chocolates, su irrupción en los medios, su anhelo por convertirse en cantante y triunfar como artista y su sexualidad son algunos de los hechos de los que se habla en El Comandante Fort, la docuserie de Star+ sobre la vida de Ricardo Fort.
Repartidos en cuatro capítulos, su familia y su entorno más íntimo contó detalles desconocidos sobre el hombre que murió en noviembre de 2013. La docuserie -creada por Patricio Álvarez Casado con guiones de Patricio Álvarez Casado, Juan José Becerra, Tamara Tenenbaum y Nicolás Miguelez- cuenta con el testimonio de sus hijos, Martita y Felipe, de su hermano Eduardo, y de su fiel compañero de vida Gustavo Martínez, quien quedó a cargo de los mellizos tras su muerte.
Fue Eduardo Fort quien hizo una revelación sobre la infancia de su hermano, al asegurar que fue abusado sexualmente por un vecino cuando tenía cinco años. Lo hizo en el tercer capítulo, llamado “Chocolate” y que hace una mención sobre su familia. “Nosotros vivíamos en casa y en el piso de abajo vivía una señora, con un señor. Era un matrimonio grande. Ricardo pasaba mucho tiempo ahí abajo”, comenzó su Relato el empresario con voz en off.
Luego, recordó que en algunas oportunidades quedaban bajo el cuidado y la supervisión de ellos. Y sostuvo que Ricardo solía estar más tiempo con los vecinos a diferencia de él y su otro hermano, Jorge -quien mantiene un bajo perfil, alejado de los medios-.
“Y el hombre abusó de Ricardo”, reveló Eduardo y permaneció en silencio, hasta que agregó: “Cuando nos dimos cuenta casi lo mata mi viejo. Era chico, tendría cinco años. El viejo era un hijo de puta”.
En la docuserie, cuya investigación periodística estuvo a cargo de Eddie Fitte y Tomás Balmaceda fue el asesor de género diversidad e inclusión, el empresario también recordó un diálogo que mantuvo con Ricardo en su adolescencia. Y destacó que su hermano no tenía una buena relación con su padre Carlos, algo que el propio mediático ha contado en alguna oportunidad también, cuando comenzó en los medios y habló de su familia.
“El gran problema entre Ricardo y mi papá era que a Ricardo no le gustaba trabajar y eso a mi papá lo ponía loco”, detalló Eduardo. “Cuando Ricky tenía 14 años, el latiguillo que tenía cuando le preguntabas cómo estaba, era: ‘Estoy esperando’. ‘¿Esperando qué?’. ‘Y… esperando heredar’. Ya a los 14 años lo quería matar a mi viejo porque no quería laburar y quería ganar la plata rápido”, consideró Fort quien también contó que su padre, pese a tener los medios, les crio enseñándoles que debían trabajar para ganar su propio dinero. Por caso, les pagaba a cambio de que le lustraran los zapatos. Pero Ricardo, siempre según la palabra de su hermano, quería cobrar sin hacer lo que su padre le pedía. “Nunca tuvo ganas de laburar”, reiteró.
El empresario -que durante muchos años mantuvo una relación bajo perfil con Rocío Marengo- también contó que Ricardo decidió alejarse de su padre cuando comenzó a notar que no estaba de acuerdo con determinadas situaciones. Y se acercó a su madre, Marta, con quien compartía la pasión por la música: la familia Fort tenía un palco en el Teatro Colón y solían ir junto a los distintos espectáculos. Y fue justamente ella quien lo alentó a que comenzara una carrera artística
“Ricardo quería plata y papá no se la daba. Entonces, ahí le refregaba que salía con hombres, sabiendo que eso no le gustaba mucho, pero él nunca lo rechazó”, agregó Eduardo.