Cómo ayudar a una mascota a superar la perdida de su dueño.

Los animales también sufren mucho la pérdida de alguien con quién tuvieron un fuerte vínculo.

 Los perros y los gatos son seres sintientes que al igual que los humanos viven emociones en el momento en que alguien muy querido parte del mundo terrenal. La depresión es uno de los trastornos que pueden sufrir después del deceso de su dueño, pues su ausencia será muy notable para ellos.

Ernesto Ávila, Médico Veterinario Zootécnico (MVZ) adscrito a Amascota (agrupación integrada por empresas productoras de alimentos para perro y gato), explicó en conferencia de prensa que la relación entre los humanos y los animales data desde hace miles de años, pero con el paso del tiempo ésta ha cambiado y hoy se maneja el término científico de sintiencia para describir la capacidad de sentir que tiene las especies.

 

Los perros y gatos generan lazos estrechos con los otros seres vivos que los rodean. El veterinario detalló que los animales de compañía sienten dolor que representa la pérdida de un ser querido con quien estableció una relación. “Muchas veces cuando su humano o compañero llegan a morir hay una sensación de ansiedad y puede desarrollarse una depresión”, comentó.

El veterinario compartió que cuando un perro tiene la oportunidad de ver morir a su dueño o al compañero de cuatro patas con el que creó una relación estrecha ayuda asimilar la situación, pues el hecho de ver el cuerpo inerte les permite procesar la información mucho más fácil que cuando parten de este mundo lejos de él.

El integrante de Amascota dijo que existen algunos alimentos especiales que ayudan a pacientes con este tipo de problemáticas y que es muy importante realizar actividades física y mentales con ellos para ayudarlos durante este proceso. “Salir a caminar, correr y jugar con ellos. Es importante realizar ejercicios mentales como esconderles el alimento, la pelota para que utilicen constantemente la menta”, detalló.

Ernesto Ávila resaltó la relación que existe entre las mascotas y las personas en la región, pues las culturas precolombinas vincularon a los perros a su vida diaria. La presencia de los animales en estas comunidades fue tan importante que en la mitología azteca el xoloitzcuintle era quien acompañaba a los muertos en su recorrido por el inframundo.