El arquero de la selección defendió a los hinchas argentinos de la represión por parte de la policía brasileña.

 

Se produjeron incidentes en la tribuna por lo que rápidamente los jugadores intervinieron para defender a sus hinchas, y el dibu se convirtió en héroe.

Un hecho inédito se vivió en el mítico estadio Maracaná, en los momentos previos al encuentro que debían disputar Argentina y Brasil, en el compromiso válido por la sexta fecha de las Eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial que organizarán en conjunto Estados Unidos, México y Canadá en 2026. Es que todos los integrantes de La Scaloneta, titulares y suplentes, con Lionel Messi a la cabeza, llegaron hasta la tribuna cabecera del escenario de Río de Janeiro donde se encontraban los simpatizantes albicelestes, quienes estaban recibiendo la represión policial.

Uno de los que más se involucró en los incidentes fue Emiliano Martínez, el arquero que se convirtió en héroe nacional a causa de sus producciones en la Copa América, la Finalissima y la Copa del Mundo de Qatar. Al Dibu se lo vio afectado por la agresión que estaban recibiendo los hinchas visitantes en el país vecino y reaccionó de manera espontánea para intentar frenar a un agente que tenía la intención de golpear a uno de los presentes.

La fuerza de la figura del Aston Villa fue determinante para detener al efectivo, quien con su macana tenía la intención de continuar lastimando a los fanáticos que se encontraban en las gradas. De inmediato, el marplatense fue separado por Franco Armani y Leandro Paredes para evitar una posible sanción deportiva que pudiera caer sobre su compañero.

Instantes después, dos personas que quedaron en medio de los incidentes fueron retiradas en camilla y visiblemente conmovidas. Una escena que motivó a Lionel Messi a retirar al equipo hacia el vestuario. “Así no jugamos”, se le escuchó murmurar, mientras los incidentes no cesaban.

Tras varios minutos de incertidumbre, los futbolistas visitantes retornaron al campo de juego cerca de las 22:50 para afrontar su compromiso frente a Brasil, que comenzó con una extensa demora debido al conflicto que se vivió en las tribunas.

Los fanáticos de La Scaloneta terminaron arrinconados en un codo del sector. Muchos directamente optaron por retirarse del Maracaná. Al tiempo que la delegación de Brasil se mantuvo en el césped, escuchó una arenga del entrenador Fernando Diniz y continuó con el calentamiento precompetitivo. En cambio, los héroes de Medio Oriente no abandonaban los camarines. Recién cuando la seguridad y la Conmebol golpearon la puerta con soluciones y la noticia de que el caos había terminado, el plantel volvió a la cancha.