Mató a su bebé de 17 meses porque le impedía tener novio.

 

El aberrante hecho sucedió en EE.UU. La mujer fue condenada a cadena perpetua por quitarle la vida a su propio hijo.

La comunidad de Nueva Jersey, Estados Unidos, se encuentra consternada por el macabro asesinato de un bebé de 17 meses, a manos de su madre Heather Reynolds, de 45 años.

La mujer fue condenada a cadena perpetua al ser hallada culpable de haber matado a su propio hijo porque según ella era un impedimento para tener novio.

De acuerdo con el medio Instant News, el homicidio del bebé se dio el 10 de mayo de 2018, cuando vecinos del condado de Gloucester se comunicaron con la Policía para informar el hallazgo del cuerpo del pequeño sobre el césped cercano a una vivienda. Al arribar los uniformados, se encontraba la mujer con el cuerpo en brazos, supuestamente pidiendo ayuda.

Reynolds aseguró a las autoridades que había encontrado el cuerpo, pero posteriormente la necropsia determinó que el niño había sido asesinado por asfixia. De acuerdo con lo que demostró el fiscal del caso durante el juicio, la mujer le impidió respirar poniéndole paños de limpieza en la boca y la nariz.

Los policías notificaron de la insistencia de la mujer, a lo largo del procedimiento de levantamiento, en insistir que ella no podía ser considerada sospechosa por la muerte del bebé.

Posteriormente, durante la investigación, las autoridades encontraron mensajes de la mujer en la que manifestaba su nerviosismo debido a la falta de atención de su novio, por lo que la relación atravesaba por un enfriamiento.

Un estudio de las conversaciones de texto entre la acusada y su novio de la noche anterior mostró que la acusada se estaba poniendo nerviosa por la aparente falta de interés del novio”. Citó el expediente. Adicionalmente, algunos testigos aseguraron que Reynolds aseguraba que su hijo se interponía en la relación.

Contra toda evidencia, el abogado de Reynolds aseguró durante el juicio que su cliente era una madre devota y ejemplar, así como que la muerte del bebé había sido una inesperada tragedia.