Una madre le da una lección de vida a su hija.

La mujer le había comprado una cartuchera nueva a su pequeña pero la reacción que tuvo la niña no fue la mejor, entonces ella decidió darle una lección.

Esta es la historia de Haley Hassell y su pequeña niña llamada Presleigh. Esta familia que vive en el estado de Pensacola, Florida, paso por una situación que se viralizo y nos deja una enseñanza muy interesante y propia para poder adoptar ante comportamientos caprichosos de nuestros niños.

Es sabido que la industria del juguete atrae de una forma muy bien estudiada a todos los chicos, y transforma año a año a determinados artículos como imprescindibles en la vida de ellos. Tal era, en esta situación el caso de una cartuchera LOL. A poco de empezar la escuela, fue el pedido de Presleigh a su madre para llevar a su colegio.

Uno de esos días, en los que el tiempo no sobra, pero te decidís a buscar ese hueco para conformar este pedido tan importante para un hijo, decidió salir a buscar esta cartuchera. Por supuesto que como todo articulo nuevo y muy de moda, no fue sencillo conseguir. De hecho Haley tuvo que pasar por tres tiendas hasta encontrarla y poder comprarla.

Ya con este gran regalo consigo, volvió a su casa y se la entrego a Presleigh, esperando su gran sonrisa y agradecimiento a lo que ella entendía era su gran y esperado acontecimiento.

Pero, la respuesta de la niña, quedo muy lejos de las expectativas de su madre. Presleigh tomo el regalo, lo abrió y con mucha rapidez fue a la cocina y la tira en la basura. Luego corriendo fue a su cuarto y tras cerrar la puerta le grito a su madre:

“Esto ya lo tienen todos los chicos de la escuela, es un regalo estúpido, ya no lo quiero”.

Es ese el preciso momento en que las decisiones o acciones a realizar pueden ser múltiples, pero si bien Haley estaba furiosa ante este tremendo capricho y reacción de su hija, se tomo su tiempo y tuvo la mejor actitud de enseñanza posible. El amor, nos enseña a manejar situaciones que nunca creemos posible de ser capaces de solucionar.

Diria Haley: “Siempre quise enseñarle a mi hija los valores, entre los que el agradecimiento no esta ajeno, ser agradecida y entender lo importante que es valorar lo poco o mucho que tenga” pero era evidente que en este capricho Presleigh le demostraba que este concepto no estaba bien internalizado.

La mujer sin entrar en ira, atino a decirle, que se quedara tranquila y que le iba a buscar otra cartuchera para que pudiera poner sus cosas y llevar a la escuela. Fue así que busco una bolsa de esas que usamos para llevar productos a la heladera, con cierre fácil, y le escribió: “Cartuchera de Presleigh”

Abrió la puerta del cuarto y se la entrego, a lo que la niña entendió que esa cartuchera que había tirado a la basura, era mucho mas linda y mejor que la nueva opción dada por su madre. Pero, ya era tarde. La decisión estaba tomada, Haley autorizo a su hija a sacar la cartuchera LOL de la basura, pero tan solo con la condición que debería de encontrar un nuevo dueño.

“Buscaremos un niño para dársela mañana. Un niño que seguramente sus padres no puedan comprársela por falta de dinero o incluso algún niño que ni siquiera tenga mama o papa”