En Inglaterra piden la renuncia del primer ministro por hacer fiestas durante la cuarentena

El primer ministro británico, Boris Johnson, rechazó este miércoles los pedidos de renuncia de sus opositores y de algunos de sus propios legisladores, luchando por salvar su cargo de primer ministro en medio de una profunda revuelta dentro de su partido por una serie de fiestas en Downing Street, la casa y el despacho del primer ministro.

Impulsado al puesto más alto para concretar el Brexit, Johnson ganó en 2019 con la mayor ventaja de su partido en más de 30 años. Pero ahora se enfrenta a reclamos de dimisión tras una serie de revelaciones sobre reuniones con bebidas alcohólicas y comidas en la sede del gobierno durante los cierres de COVID.

“Mientras se abría paso entre las botellas vacías y las bandejas de sándwiches, ¿no se dio cuenta de que era una fiesta? ¿Se da cuenta el primer ministro de lo ridículo que suena eso?” Keir Starmer, líder del Partido Laborista de la oposición, dijo en el Parlamento.

“Cada semana, el primer ministro ofrece defensas absurdas y francamente increíbles a los partidos de Downing Street, y cada semana se deshace”.

El apoyo a Johnson y a su partido ha caído en picado tras una serie de revelaciones sobre los partidos y otros pasos en falso.

Su propia ex portavoz dimitió después de que fuera captada riendo y bromeando ante las cámaras sobre cómo organizar una fiesta de Navidad si los periodistas le preguntaban al respecto.

Tal fue el jolgorio en Downing Street en un evento que el personal fue a un supermercado a comprar una maleta de alcohol, derramó vino sobre las alfombras y rompió un columpio utilizado por el hijo pequeño del primer ministro.

El Mirror dijo que el personal había comprado una nevera de vino para las reuniones de los viernes, hechos que eran observados regularmente por Johnson cuando se dirigía a su apartamento en el edificio.

Johnson ha dado diversas explicaciones sobre las fiestas, que van desde negar que se haya infringido ninguna norma hasta expresar su comprensión por el enfado del público ante la aparente hipocresía en el seno del Estado británico.

Ha dicho que hay que esperar al resultado de una investigación interna realizada por un alto funcionario antes de sacar conclusiones.

Los opositores le han retratado como un charlatán que exigió al pueblo británico que siguiera algunas de las normas más onerosas de la historia en tiempos de paz mientras su personal se divertía.

FUENTE: Infobae.