Su dueño murió en situación de calle y él no se movió de su lado.

La conmovedora imagen ocurrió en las últimas horas en la ciudad de Rosario. Un joven, de 32 años, murió en la vereda donde dormía.

Su inseparable amigo, un perro, no se separó del cuerpo durante horas hasta que llegó el servicio de emergencia que retiró el cuerpo.

Al hombre de 32 años se lo podía ver en los semáforos de la intersección de las calles Pellegrini y Necochea, de la ciudad santafecina, y ganaba dinero lavando autos en la zona del Parque Urquiza.

Si bien se desconoce la causa de la muerte, un compañero que trabajaba y dormía con él, contó que estaba muy débil físicamente, que había dejado de alimentarse y solo consumía alcohol

Los vecinos aseguraron que el joven falleció cerca de las 5 de la tarde, y que pasaron varias horas hasta que personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES) retiró el cuerpo. En todo ese tiempo, su perro se mantuvo inalterable a su lado, un ejemplo más del amor incondicional que las mascotas tienen con sus dueños.