Vive en la Villa y se ganó una beca para estudiar Ciencias Políticas

Luis ganó una beca para estudiar Ciencias Políticas: “Por ser de la villa me hicieron creer que este mundo no era para mí”.

Luis tiene 29 años y nació en Bolivia, pero sus padres emigraron a la Argentina en busca de un futuro mejor. Se instalaron en una casa humilde y conoció las privaciones. Hoy es estudiante de la Universidad de San Andrés y le queda un año para graduarse.
A pesar de las privaciones que vivió durante toda su infancia -como falta de espacio, frío y algunas veces hambre- sus padres se encargaron de darle el ejemplo en pos del progreso. “Salían a trabajar todos los días muy temprano, aunque eso implicara dejarme al cuidado de otros. Mi viejo empezó como vendedor de una casa de pintura, hoy es el encargado. Mi madre hizo de todo desde costurera, manicura…y ahora se recibe de enfermera”, relata orgulloso.

La responsabilidad por el estudio fue otro de los valores que le inculcaron. “No era un opción ir a la escuela por suerte siempre me gustó, y me sacaba excelentes notas. Las maestras creían que mis padres me hacían los deberes. Entonces a los 10 años me tuvieron que cambiar a otra”. Esa decisión, le cambió la vida.
Mientras trabajaba llegó la gran oportunidad. Esas que vienen para transformar. “Me gané una beca para estudiar en la UDESA, la universidad de élite de la argentina. De la villa a Beccar… Al principio fue como un viaje en el tiempo a la época del colegio”, admite. Tuvo miedo de no ser aceptado, de nuevamente vivir el prejuicio, aunque Luis ya era grande y contaba con otras herramientas. “Todo lo que me había imaginado que iba a suceder no ocurrió. Tengo amigos, los profesores son empáticos entienden mi contexto, y recibo todo el apoyo del centro de estudiantes…siento el compañerismo”.
No solo eso, logró unir puentes entre varias realidades argentinas. Meses antes de empezar a estudiar fundó su asociación civil que lleva adelante diversos proyectos culturales, educativos y solidarios para promover la inclusión en el Barrio 21. Varios de sus compañeros se sumaron como voluntarios con tareas solidarias.